Durante siglos, el Monasterio de San Victorián fue el centro dinamizador de un amplio territorio que comprendía la práctica totalidad del territorio de la actual comarca de Sobrarbe y algunos territorios de las comarcas limítrofes.
La huella indeleble que durante siglos imprimió el monasterio en el territorio a través de la administración política, económica, cultural, jurídica y religiosa puede descubrirse hoy en cada rincón de Sobrarbe.
Todo el municipio de El Pueyo de Araguás está repleto de bienes y detalles que nos hablan de esa relación estrecha y ancestral de los vecinos con el monasterio. Muchos de los antiguos retablos de la iglesia del cenobio pueden verse ahora reubicados en las diferentes iglesias y ermitas del municipio, como las de Oncins, Torrelisa, El Pueyo de Araguás, Araguás o Los Molinos.
Pero hay otras muchas pistas que nos hablan de esta estrecha e intensa relación. En ocasiones se trata de elementos inmateriales como la toponimia o como las fiestas y celebraciones que en la actualidad siguen congregando a la comunidad en torno a la figura del monasterio y del santo.